Mi segundo intento de robar cámara en septiembre del 2005.
El nuevo programa del canal Televicentro Esto pasó aqui trae a los hogares de los puertorriqueños dos dramas humanos de la vida real. La noche del 23 de septiembre participé en este programa de televisión comentando uno de esos dramas.
Un joven con adicción severa a la heroína por vena deja a su hijo a cuidar en casa de una amiga por una año. Su intención es irse a tratamiento para la drogodependencia. La relación entre padre e hijo es amorosa. Al regreso su amiga no permite que se lleve su hijo de vuelta, él le pide perdón por lo que va a hacer: llevarse a su hijo en contra de los deseos de la amiga.
La pregunta que el moderador del programa me hace al aire: Dr. Galarza dígame si un adicto a las drogas puede ser un buen padre, la contesté en la afirmativa, apuntando específicamente al sentido de responsabilidad que demostraba el adicto con su hijo.
La verdad es que fue muy corta la participación mia esta vez. Espero tener otras oportunidades de robar cámara y de educar sobre la capacidad de las personas con trastornos mentales de llevar a cabo sus ilusiones mas íntimas y socialmente aceptables. El menoscabo de la capacidad de ejercer las funciones sociales es una realidad.
El tratamiento de las adicciones debe incluir el apoyo adecuado para que la persona ejerza sus responsabilidades con la sociedad tan satisfactoriamente como sea posible, incluyendo la educación de los hijos.
De mi practica de la psiquiatría los últimos 30 años, he aprendido que el discrimen contra de personas con un trastorno mental es más incapacitante para el individuo que la enfermedad misma.