Sunday, June 29, 2008

Los medios de comunicacion y la salud mental

Publicado hoy en la prensa escrita El Nuevo Dia, pagina 24.




El codigo de etica de los periodistas hablan bien de ellos.
http://aspprodigital.org/portal/index.php/codigo-de-etica

Tuesday, June 24, 2008

Asesores de la Camara de Representantes


Asesorando sobre proyectos de Ley






Sobre la legalización de la marihuana


Opinión sobre la legalización de la mariguana
Por Arnaldo Cruz Igartua, MD
Enero 2008


La posición de la AAAP (American Academy of Addiction Psychiatry) es la mía propia que el legalizar otras drogas (en adición al alcohol, nicotina, barbitúricos, opiáceos, anfetaminas, benzodiazepinas, hipnóticos y otras substancias adictivas ya legales) puede tener un efecto de aumentar la accesibilidad a las mismas, en especial entre los menores de 21 años.

Lo que sí favorezco es decriminalizar el uso; o sea que se penalice con multas la posesión y no necesariamente con cárcel a menos que sea por venta. Los daños de la mariguana y su cualidad adictiva la hacen menos deseable en el tratamiento medico que muchas otras medicinas o que algunos de sus derivados. Opino que en general no hay drogas buenas ni malas y depende de sus usos y riesgos beneficios donde el ser adictiva es solo uno de los posibles efectos adversos; dañando la vida y las familias de miles de enfermos de dependencia a sustancias.

La mariguana no es más buena ni menos mala que el alcohol ni que la nicotina a menos que se trate de un menor de 21 años, de mujeres embarazadas, de envejecientes o de pacientes con Dependencia de Substancias. El problema de hacer más accesibles las drogas en la legalización es que se hacen más accesibles a esos grupos vulnerables. De hecho hay estudios que indican que la mitad de las ganancias de la industria licorera en EU cada año (aproximadamente 60 billones) se los dan los menores de 21 años y los pacientes con dependencia a sustancias. Así que miren si ellos van a cabildear para evitar los controles de esas substancias y el tratamiento de los pacientes o no.

Algo así podría pasar si se legaliza el uso de mariguana o de otras drogas. La droga que mas mata en EUA son las legalizadas (alcohol mata aprox. 125 mil al año, y nicotina; aprox. 400mil al año; las drogas ilegales juntas matan 50mil aprox. al año pero matan matrimonios y familias mas que las otras. Si se legalizan esas drogas las muertes podrían nivelarza con las otras drogas. Por ejemplo la liberación femenina ha logrado muchas cosas buenas pero algunas negativas como el que usen nicotina casi igual que el hombre.

El alcohol se ha encontrado beneficioso en varones que no sufren de dependencia a sustancias y son adultos en cantidades moderadas (uno o tres tragos diarios) pero no así en las mujeres que aun en uso moderado (uno a dos tragos diarios) es dañino y aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares e ellas. El uso de cualquier droga adictiva en menores de 21 años en muy dañino y interfiere con la maduración cerebral (mielinización) en especial de los lóbulos prefrontales. Si el abuso comienza en o antes de los 13 años puede aumentar el riesgo de desarrollar dependencia a sustancias de 2 a 10 veces más de lo normal.

Así que el enfoque legalista no es productivo como lo sería uno salubrista con una combinación de cuatro pilares integrados: reducción de daños integrada, prevención científica, tratamiento científico e interdicción con policías entrenados en entender a pacientes con adicciones y un enfoque no punitivo sino de rehabilitación.

Arnaldo Cruz Igartua MD

Saturday, June 21, 2008

Los derechos humanos y la salud como derecho

Invitacion para que lean sobre este tema, vigente en Puerto Rico.


ONU: 50 años de la Declaracion universal sobre los derechos humanos
http://www.un.org/spanish/aboutun/hrights.htm

La salud como derecho humano

http://www.google.com/search?hl=en&rls=com.microsoft:en-us:IE-SearchBox&rlz=1I7HPIA&q=salud+derecho+humano&start=10&sa=N

Thursday, June 19, 2008

2190 aprobado en la Camara



Gracias al esfuerzo de pacientes, medicos, proveedores de servicios de salud, la Coalicion Salud en tus manos, Senadores y recientemente Reprentantes a la Camara se aprobo hoy el P del S 2190 con enmiendas.



Ahora a estudiar la letra pequeña y esperar por el curso legislativo del proyecto.

Tenemos la esperanza que pronto llegue al despacho del Gobernador de Puerto Rico para su firma.




galeria de este esfuerzo







La medicacion de las drogas

Hemos estado escuchando un enfoque esperanzador pero "simplista e intuitivo" (descripcion del Dr. Arnaldo Cruz Igartua) de parte de lideres que se llaman ahora ex servidores publicos cuando todavía estan sirviendo a la comunidad con su experiencia.

La medicalizacion del tratamiento de heroinómanos se ha desarrollado por más de 30 años. Hay que complementarla para personas que cualifican para el uso de la buprenorfina, la cual puede recetar en su oficina privada cualquier medico adiestrado y registrado para ese propósito por entidades federales.

No debemos olvidar a los ciudadanos con adicción a la cocaína o a su forma más potente, el crack. Ni tampoco debemos olvidar a los ciudadanos que sufren adicción a drogas legales, pero letales, como el alcohol y el tabaco.

Además del tratamiento con medicamentos, que es uno de cuatro pilares en el manejo de estas enfermedades, se requieren otros en el manejo de estas enfermedades:

la prevención, usando los medios noticiosos privados y gubernamentales que mas promuevan la armonía y la paz entre los ciudadanos a pesar de los problemas que todos confrontamos en la sociedad,

el trato psicosocial con psiquiatras, psicólogos, consejeros y trabajadores sociales, y

la implementación de las leyes de manera que se promuevan los deberes de los pacientes tanto como se promueven sus derechos y que se utilicen las cortes de drogas para desviar al drogodependiente de la cárcel a un sistema mas adecuado de tratamiento.

Estos cuatro pilares del sistema de salud suizo son mas difíciles de cumplir desde la oficina de un medico general, de un psicólogo o de la oficina de un medico no-psiquiatra en Puerto Rico. Un grupo interdisciplinario para cada paciente aumenta la probablidad de exito en el tratamiento.

Ayuda mucho una actitud de los profesionales de la salud hacia la recuperación del persona, es decir, hacia mejorar la calidad de vida a pesar de que padece una enfermedad mental a la que llamamos adicción o dependencia a una sustancia.

Tuesday, June 17, 2008

Colegio de Medicos Cirujanos y el Derecho a la Salud

El Presidente trasmite la decision unanime de la Junta de Gobierno del Colegio de Medicos Cirujanos en esta carta.
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DERECHO A LA SALUD
Comunicado enviado al Gobernador de Puerto Rico, Hon. Aníbal Acevedo Vilá, solicitando la celebración de un referéndum conjuntamente con las elecciones generales a llevarse a cabo el próximo 4 de noviembre del 2008 a fines de que se eleve al rango Constitucional el Derecho a la Salud


15 junio 2008
Lic. Aníbal Acevedo Vilá
Gobernador de Puerto Rico


Honorable señor Gobernador:
El Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, consciente de que la Salud constituye sin duda el bien más preciado que podemos poseer los seres humanos, en decisión unánime de su Junta de Directores de fecha 11 de junio del 2008, determinó solicitar a las autoridades legislativas y ejecutivas del país, que se implementen los debidos mecanismos y procesos de ley a fin de que, en coincidencia con las próximas elecciones generales a celebrarse el próximo 4 de noviembre del 2008, se consulte al pueblo de Puerto Rico a fin de que se incorpore a su Constitución el Derecho a la Salud.

La Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico establece en su artículo VII que está dentro de las facultades de la Asamblea Legislativa el disponer que un referéndum, como el aquí solicitado, se celebre al mismo tiempo que la elección general siguiente una vez obtenido el voto a favor de tres cuartas partes del número total de los miembros de que se compone cada cámara. Igualmente establece que la proposición de enmienda deberá publicarse con tres meses de antelación a la fecha del referéndum. Siendo que la enmienda aquí solicitada no contraviene la disposición constitucional de alterar la forma republicana de gobierno que por ella se establece o abolir su Carta de Derechos y que es compatible con la resolución decretada por el Congreso de los Estados Unidos aprobando en la propia Constitución, con las disposiciones aplicables de la Constitución de los Estados Unidos, con la ley de Relaciones Federales con Puerto Rico y con la Ley Pública 600 del Congreso Octogésimoprimero, la celebración del referéndum solicitado es legalmente factible dentro de los términos de ley y dentro del marco de tiempo que establece nuestra Carta Magna y por lo tanto dependerá solo de la voluntad política para así llevarlo a cabo.

La determinación del pueblo de Puerto Rico de la inclusión del Derecho a la Salud en su Carta Magna lo manifestó en el referéndum celebrado el 3 de marzo del 1952. En ese proyecto constitucional se incluyó en forma textual el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre del 1948 que lee como sigue:

“Todo ser humano tiene el derecho a un estándar de vida adecuado para la salud de sí mismo y de su familia, incluyendo comida, vestimenta, hospedaje, cuidados médicos y los servicios sociales necesarios”.

Leyendo así el proyecto de nuestra Consitución:
“El derecho de toda persona a disfrutar de un nivel de vida adecuado que asegure para sí y para su familia la salud, el bienestar y especialmente la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios”
Fue la propia Asamblea General de las Naciones Unidas en el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Resolución 2200 A del 16 de diciembre del 1966, que promulgó que el bienestar y la dignidad a que somos merecedores todos los seres humanos amerita el derecho de todos a la obtención de: “el más alto y alcanzable estándar de salud”.
“El Derecho de todos a disfrutar del más alto y alcanzable estándar de salud, tanto física como mental”.

Para cuyos efectos el Estado adoptará las siguientes medidas:

a) La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños;

b) El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente;

c) La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha contra ellas;

d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad.

Dado que la propuesta original a ser colocada en nuestra Constitución y aprobada por el pueblo de Puerto Rico el 3 de marzo del 1952 se basaba enteramente en los criterios esbozados en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y dadas las afirmaciones en el Pacto Internacional sobre los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de esa organización enalteciendo aún más ese derecho, proponemos que el texto a ser añadido a nuestra Carta Magna se mantenga cónsono con dichos conceptos y dicho lenguaje y lea como sigue:

“El derecho de toda persona a disfrutar de un nivel de vida adecuado que asegure para sí y para su familia el más alto y alcanzable estándar de salud, tanto física como mental, el bienestar y especialmente la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios. El estado procurará a estos fines a) La reducción de la mortinatalidad y de la mortalidad infantil, y el sano desarrollo de los niños; b) El mejoramiento en todos sus aspectos de la higiene del trabajo y del medio ambiente; c) La prevención y el tratamiento de las enfermedades epidémicas, endémicas, profesionales y de otra índole, y la lucha contra ellas; d) La creación de condiciones que aseguren a todos asistencia médica y servicios médicos en caso de enfermedad”

Si bien debemos de reconocer que todos los gobiernos de Puerto Rico han tenido entre sus más altas prioridades el cuidado de la salud de todo el pueblo puertorriqueño, en reconocimiento al derecho natural de éste y a los mandatos de la legislación pertinente, es nuestra contención que la importancia vital de la Salud como fundamento esencial del bienestar humano, amerita que ese Derecho sea elevado al rango Constitucional como ya el propio pueblo de Puerto Rico en el pasado lo ha explícita y solemnemente determinado y como el pueblo de Puerto Rico legítimamente se merece.

El más alto y alcanzable estándar de salud, a nuestro juicio, representa un deber impostergable del estado hacia todo el pueblo de Puerto Rico, más allá del momento político, económico o de cualquier otra consideración que no sea el bien fundamental y último de los seres humanos, su salud.

El reconocimiento constitucional de ese derecho del pueblo puertorriqueño redundará en sus más altos y alcanzables niveles de salud al éste poder ejercer su sagrado derecho de tomar por sí mismo las mejores decisiones para su propio bienestar, más allá de toda concesión momentánea o de cualquier otro interés que no sea el de su propia salud y bienestar. Nuestro clamor representa la voz de más de diez mil médicos puertorriqueños cuya vocación única es cuidar la salud de los habitantes de esta isla, así como la de cientos de miles de nuestros pacientes que sin duda han unido sus voces a la nuestra.

Solicitamos respetuosamente de usted que realice los trámites correspondientes con el objetivo de que se celebre el referéndum según solicitado a fin de que se enmiende la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico para incorporar el Derecho a la Salud como uno más de los valores supremos que cobijan a todos los puertorriqueños


Dr. Eduardo Ibarra
Presidente
Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico

El Colegio e Ibarra hablan a los nuevos medicos de Puerto Rico

Discurso Graduación Escuela de Medicina San Juan Bautista, 11 de junio del 2008
Señora Presidenta y Decano de la Escuela de Medicina San Juan Bautista, Honorable Doctora Yocasta Brugal, Honorable señor Presidente de la Junta de Síndicos Dr. Raúl Morales Borges, Honorables miembros todos de la Junta de Síndicos, miembros de la Facultad Médica, Graduandos de la Escuela de Medicina San Juan Bautista, público en general, señoras y señores:

Hoy 11 de junio del 2008 se me ha otorgado el privilegio de dirigirme a ustedes durante estos solemnes actos de graduación de los 51 estudiantes que forman la clase 2004-2008 conducente a la obtención del título de Médico Cirujano. Deseo primero que nada felicitar a la honorable doctora Yocasta Brugal por haber podido culminar los esfuerzos de muchos, igualmente honorables y distinguidos directivos institucionales, a fin de lograr el prestigio y credibilidad que esta institución ha alcanzado y que hoy la sitúa entre las más prestigiosas instituciones educativas que ofrecen el grado de Doctor en Medicina en Puerto Rico.

Es la misión de esta institución la enseñanza y el entrenamiento de estudiantes a fin de que ellos se conviertan en médicos primarios capaces de puntualizar diagnósticos que identifiquen y comprendan, no solo una enfermedad o malestar en particular, sino al ser humano como a un todo en su infinita complejidad física, moral, social y espiritual. Es la misión institucional el crear profesionales con la capacidad de proveer tratamiento a aquellas comunidades en necesidad de cuidado de salud en Puerto Rico. Son las metas y objetivos institucionales el proveer un programa de educación médica interdisciplinario, actualizado, con altos estándares académicos y científicos, basado en las necesidades de la comunidad y con fundamentos morales, éticos y ante todo humanitarios.

Esta, al igual que el Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, son instituciones cuyos fines y objetivos primordiales son la preservación y cuidado del bien más preciado de los seres humanos, su salud. Siendo pues esa nuestra razón de ser, debemos de preguntarnos ¿que es salud?. La Constitución de 1946 de la Organización Mundial de la Salud la define como el: estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones y/o enfermedades. Sin embargo, solo dos años más tarde, la Declaración Universal de los Derechos Humanos, solemnemente promulgada en el Palacio Charcot de París el 10 de diciembre del 1948, sitúa a la salud más allá de solo una más de nuestras humanas condiciones, proclamándola y elevándola al rango de uno de los Derechos Fundamentales de la Humanidad. Expresa así a tales fines en su artículo 25: “Todo ser humano tiene el derecho a un estándar de vida adecuado para la salud de sí mismo y de su familia, incluyendo comida, vestimenta, hospedaje, cuidados médicos y los servicios sociales necesarios”. Dada la trascendencia de la salud como el máximo bienestar humano, 18 años más tarde, el 16 de diciembre del 1966, en su resolución 2200 A, la Asamblea General de las Naciones Unidas llevó a cabo el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, hoy ratificado por 149 de los 192 Estados miembros de la organización.

En ese documento los Estados firmantes solemnemente expresan que:

“Considerando que, conforme a los principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la familia humana y de sus derechos iguales e inalienables,

Reconociendo que estos derechos se desprenden de la dignidad inherente a la persona humana,

Reconociendo que, con arreglo a la Declaración Universal de Derechos Humanos, no puede realizarse el ideal del ser humano libre, liberado del temor y de la miseria, a menos que se creen condiciones que permitan a cada persona gozar de sus derechos económicos, sociales y culturales, tanto como de sus derechos civiles y políticos,
Considerando que la Carta de las Naciones Unidas impone a los Estados la obligación de promover el respeto universal y efectivo de los derechos y libertades humanos,
Comprendiendo que el individuo, por tener deberes respecto de otros individuos y de la comunidad a que pertenece, está obligado a procurar la vigencia y observancia de los derechos reconocidos en este Pacto,”

Convienen en 31 artículos, de los cuales el número 12 consagra:
“El Derecho de todos a disfrutar del más alto y alcanzable estándar de salud, tanto física como mental”. Ya no se considera pues, como expresado en la Declaración original de los Derechos Humanos, el derecho a “un estándar de vida adecuado”, sino que ahora se determina el derecho a: “el más alto y alcanzable estándar de salud, tanto física como mental”.

Siendo que, de acuerdo a los postulados de la Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos y la Declaración y programa de Acción de Viena de junio del 1993 que establece el que todos los Derechos Humanos son universales, indivisibles e interdependientes y que los mismos se deben de tratar en forma global y en forma igual y razonable, con las mismas bases y con el mismo énfasis, es la responsabilidad de quienes hoy aquí se gradúan de médicos en esta venerable institución cuyos fines educativos son amen de científicos, morales, éticos y ante todo humanitarios, el que a partir del momento en que esta institución a nombre de toda la sociedad les otorgue el privilegio de ser miembros de esta milenaria profesión, dediquen sus esfuerzos a vigilar el que los seres humanos, con los que en su capacidad profesional se relacionen, gocen de todos estos privilegios que la dignidad humana naturalmente les confiere. Nos corresponde vigilar no solo el que los recursos necesarios para que nuestros pacientes disfruten de un óptimo cuidado de salud, estén disponibles, accesibles tanto física como económicamente, a todos por igual, que sean aceptables y que tengan calidad, sino además que todas las áreas relacionadas directa o indirectamente con el Derecho a la Salud sean debidamente consideradas e implementadas, tales como lo son la protección del medio ambiente, la educación y la disponibilidad y accesibilidad a todos los múltiples elementos que son fundamentales para una vida plena y saludable. Somos los médicos pues ante todo, humanistas y por lo tanto, somos los médicos ante todo creyentes, protectores y defensores del más alto de los conceptos de la existencia, la dignidad humana. No bastará pues con que ustedes visiten, reciban, atiendan, identifiquen, receten, operen, intervengan, prescriban y curen, la obligación es mucho mayor, es la de comprender la condición humana en todas sus dimensiones, en todas sus infinitas manifestaciones, es poder escuchar más allá de la palabra hablada, o de los signos objetivos que nos presentan los seres humanos, es desarrollar la altura científica y espiritual para poder compenetrarse del ser humano en todas sus múltiples dimensiones, moral y eterno, del ser humano íntegro, del ser humano que todos somos y cuya dignidad va más allá del mero encuentro físico y la casual percepción. Esa compenetración con el ser humano nos llevará a proyectar nuestra vocación más allá de nosotros mismos, nos llevará a proyectar la vocación de nuestros padres y familiares, quienes al apoyar nuestros ideales para llegar a ser lo que hoy somos, también en forma implícita apoyaron los principios de reconocimiento y respeto por la dignidad humana.

Como profesionales reconocidos serán de inmediato miembros de la institución que con honra presido y que hoy aquí represento, cuyos fines y objetivos son ante todo y eminentemente humanitarios. Siendo claramente la misión de las agencias gubernamentales la ejecución de las disposiciones de la ley y el establecimiento de la reglamentación relacionada, le corresponde al Colegio de Médicos-Cirujanos de Puerto Rico, desde hoy, su colegio, ser el ente que establezca los principios conceptuales humanitarios y filosóficos, vigile y hasta donde le sea posible, instrumente las prácticas sociales y profesionales dirigidas en particular a la realización de los valores y aspiraciones de los miembros de su sociedad en lo que se refiere a su mayor bienestar físico, psíquico y social id est, su salud. Les invito a todos ustedes a ser más que participantes de nuestra institución, les invito a ser sus líderes, les invito a trabajar en conjunto con ella por el bien común, por el bienestar de todos, por la justicia social, les invito a la práctica incesante de la justicia, de la caridad, de la benevolencia, les invito a que siempre piensen y consideren antes de actuar los conceptos de tolerancia, ecuanimidad, razonabilidad, sentido común y magnanimidad.

Como misionero a las más remotas regiones de América Latina hemos sido durante muchos años testigos de inmensos e indescriptibles sufrimientos que muchos seres humanos y sus seres amados padecen durante sus vidas y durante el inexorable proceso de morir. Ello nos llevó a luchar en muchos países para tratar de lograr que se atendieran debidamente a esos seres y finalmente en el año 2001 presentamos una Iniciativa ante las Naciones Unidas por medio de su entonces Secretario General, honorable Kofi Annan, a fin de que se reconociera y consecuentemente se declarara que el Tratamiento del Dolor Crónico durante la vida y los Cuidados Paliativos, que son aquellos múltiples aspectos los seres humanos merecen y necesitan durante el proceso inexorable de morir, constituyen Derechos Fundamentales e Inalienables de toda la Humanidad. Los principios de esa Iniciativa el día de hoy han sido reconocidos y promulgados por todas las grandes organizaciones médicas relacionadas del mundo y solo esperamos que en ocasión del 60vo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el próximo 10 de diciembre de 2008, el actual Secretario General de las Naciones Unidas, honorable Ban Ki-moon así como la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, honorable Louise Arbour, respalden apropiadamente esos conceptos y dirijan sus acciones hacia su feliz culminación.
…….

Se avecinan en el mundo grandes crisis las cuales jamás se habían contemplado en la historia de la humanidad, crisis que son consecuencia exclusiva de nuestra historia y de nuestros tiempos. Se prevén tiempos de una catastrófica sequía que cobrará la vida de millones de seres humanos, se prevén tiempos en que el agua sea el más valioso de los tesoros que alguien pueda poseer, y que por ella se provoquen cruentas guerras y derramamientos de sangre, se avecinan tiempos de cambios climáticos que tal vez pongan en peligro la propia existencia de la vida como hoy la conocemos, se avecinan crisis económicas de inconmensurables alcances. En nuestro mundo prevalece ya hoy en día una enorme deprivación entre nuestros congéneres. Mientras estamos aquí, más de mil doscientos millones de seres humanos no han tenido alimento que llevarse a la boca en este día, más de mil doscientos millones de seres humanos sobreviven con menos de 1 dólar al día, la desigualdad entre las naciones es mayor cada día, las enfermedades como el SIDA y la malaria retan la supervivencia de muchas de nuestras sociedades. La globalización ha llevado progreso y poder a muchas sociedades pero ha también sin desearlo fomentado el crimen, las enfermedades, el terrorismo, el contrabando de armas y drogas. No solo eso, la mitad de la humanidad en el mundo que llamamos “globalizado”, jamás han hecho o recibido una llamada telefónica o mucho menos utilizado una computadora. En la última década, guerras brutales dentro de los países han cobrado más de 5 millones de vidas. En la Declaración del Milenio el Secretario General de las Naciones Unidas, Hon. Kofi Annan claramente expuso que las tremendas disparidades en la distribución de la riqueza en el mundo de hoy, las condiciones miserables en las que viven más de 1,000 millones de personas, la frecuencia con que se desatan conflictos en algunas regiones y la rápida degradación del medio ambiente natural son factores que contribuyen a que no sea sostenible el actual modelo de desarrollo a menos que se tomen medidas correctivas de común acuerdo. Si bien durante el último medio siglo ha habido ganancias económicas sin precedentes, la combinación de extrema pobreza con extrema desigualdad entre los países, y frecuentemente dentro de ellos también, es una afrenta a nuestra humanidad común.

Debemos de dirigir nuestros esfuerzos y nuestros talentos hacia los problemas de salud que afectan mayoritariamente a nuestra población y a la población del mundo, debemos de colaborar conjuntamente hacia la eliminación de la pobreza extrema, del dolor durante la vida y del abandono durante el proceso de morir, del sufrimiento y la desesperación humana. Ese es nuestro gran desafío, al cual debemos todos los aquí presentes responder con valentía y conmiseración. Como médicos, como profesionales de la salud, como líderes en búsqueda de los mejores destinos del género humano, es nuestro reto olvidar y prescindir de las pequeñas y diarias trivialidades para dedicar nuestros esfuerzos al bien común de todos los habitantes de este planeta y a los más elevados conceptos de igualdad y respeto por la dignidad humana.

Se preguntarán ¿por qué hemos tenido nosotros y por que tendrán ustedes que luchar en defensa de los Derechos Humanos que a fin de cuentas son de todos y a todos nos pertenecen? La respuesta reside en el hecho de que si bien los Derechos Humanos se consideran como prerrogativas “naturales”, válidos por sí mismos, inalienables, inherentes a nuestras propias existencias, más allá de la humana determinación y más allá de meras concesiones, los mismos emergen en la sociedad generalmente como consecuencia de los reclamos de los individuos que son víctimas de la injusticia y se basan originalmente en un sentimiento con carácter moral, la atención a sus reclamos, sin embargo, pasa a ser parte del orden social solamente cuando son proclamados por un cuerpo con autoridad a través de un proceso basado en la ley. Si bien ese derecho aún no ha sido reconocido ni plasmado en forma explícita e inequívoca en nuestra Constitución, corresponde a nosotros el enarbolar nuestra identidad moral y nuestra dignidad humana para declarar, promulgar y defender el derecho natural e inalienable del pueblo puertorriqueño a su más preciado bien, su salud. Actuemos pues en todas nuestras vidas acorde a los principios que son la esencia y la razón de ser moral y legal de esta institución y del Colegio de Médicos Cirujanos de Puerto Rico, principios que nos instan a que sea nuestra conducta el eco de nuestros ideales, de nuestros más altos conceptos morales y espirituales y la manifestación del respeto de nuestra profesión por los sacrosantos Derechos Humanos del pueblo Puertorriqueño y de su eterna e inalienable dignidad.

Muchas gracias


Eduardo Ibarra Ortega
Presidente Colegio Medicos Cirujanos de Puerto Rico

Saturday, June 14, 2008

A la memoria de mi padre el Dia de los Padres 2008

No hay palabras ni conversaciòn .........solo recuerdos y presentimiento.










No hay palabras ni conversaciòn .........solo recuerdos y presentimiento.