Sunday, October 31, 2010

on memory: a never ending story from long ago

Learn how this person we can never meet takes on concepts like mental derangement, false memories (phantasms), perception of time, recollecting versus remembering……..he wrote about it 350 years before Christ.

http://psychclassics.yorku.ca/Aristotle/memory.htm

Wednesday, October 27, 2010

the thread

From one visit to the next
By Nestor J Galarza Diaz, MD, DLFAPA

What do we talk about? After more than 30 years in the practice of psychotherapy I still have questions about my own practice. Do I follow guidelines by Dr. X, MD or by Dr. Y, PhD? Do I think of myself as a prescriber and promote patients to tell me their symptoms at every session for months to years to come? Do I tell my patients about my problems? Do I talk about politics or my religious beliefs? Would that be unethical or are ethics a thing of the past?

How not to be mechanical but dynamic?I have realized that key topics I discuss with my patients in individual or group therapy are more important for them that it is to document them. I have realized that whatever the topic of each session it helps the most when I follow a thread from session to session. Some common threads are health of their children and grandchildren, efforts to recover from frustrating experiences, satisfaction with relationships, life goals as they change in their lifetime….

What should be done in therapy? Tell me in at ngalarzaster@gmail.com

Tuesday, October 12, 2010

imagenes 29 sobre la cena




I—MÁ--GENES 29 sobre la cena.
Espontáneo sobre servilletas.


Mientras esperaba por la cena con mi esposa en celebración del aniversario de boda 38 dibujaba en tres servilletas algo que sin pensarlo me eché en el bolsillo de la camisa.
Al día siguiente recordé que eran los tres dibujos que yo hacía con frecuencia en medio de las clases aburridas de la escuela elemental.
Con la anticipación del Festival de Arte Creativo del 13 de octubre del 2010, decidí tomarle fotografías a las tres servilletas, subirlas a la computadora y situarlas en una presentación que ahora usted está mirando.
Los materiales son fáciles de encontrar:
recuerdos de la niñez pasada, papel, tinta, cámara fotográfica, programa de powerpoint o Word,
papel 9 X 11, cajas de cartón de colores sugestivos de la Navidad que se avecina.
(29 son los años que llevo trabajando en el Sistema de Salud Caribeño para Veteranos).

Thursday, October 7, 2010

La Relación Médico Paciente

Artículo sometido por Neftali Olmo Terron, MD
Distinguished Fellow of the American Psychiatric Association


Mucho se habla de tan importante tema pero poco se hace para fortalecer esa relación. Es un fenómeno que se imagina, se vive, y se siente, pero no se concretiza ope-racionalmente.

La relación de un médico con un paciente ha sido tratada en la historia de una manera más concreta que en el presente. Aunque de una manera extrema ya el Código de Hammurabi, promulgado por el sexto rey babilónico ya para el siglo 18 antes de nuestra Era, incluía dimensiones sobre este tema al legislar que si el paciente moría durante una operación se le cortaría la mano al cirujano.

Como en tantas aéreas los griegos nos han ilustrado el camino para importantes con-ceptualizaciones modernas. Ya el Padre de la Medicina, Hipócrates, en la Grecia del siglo 5to Antes de nuestra Era, de una manera más civilizada promulgaba el “hacer bien, por lo menos no hacer daño”. Ya en nuestra Era Galeno bautizo el concepto como “primum non nocere”: Lo principal es no hacer daño.

En cuanto a la psiquiatría ya Aristóteles describía los pilares de la psicoterapia en su monografía a esos efectos. Modernamente la relación con el paciente psiquiátrico se desarrolla en consonancia con el desarrollo de la disciplina.

Hasta finales del siglo 19 los pacientes psiquiátricos eran atendidos por médicos somá-ticos, principalmente neurólogos. El desarrollo del pensamiento de Freud lo llevo a evo-lucionar como el psicoanalista se relacionaba con sus pacientes, hasta el concepto de “neutralidad”. Dentro de esa atmosfera el analista “interpreta”, pero se sale de esa onda cuando se trata de lugar, hora, días feriados, vacaciones, honorarios, y otras conside-raciones de la realidad. También la actitud del analista cambia cuando termina la sesión. Por ejemplo: En los climas invernales el analista debe, puede, ayudar con el abrigo del paciente. Una vez comienza la sesión la cosa cambia.

La profesión psiquiátrica puede teóricamente ser trazada hasta Aristóteles. En los Es-tados Unidos (Topeka, Kansas), en 1919 el Dr. C.F. Menninger comenzó una Clínica junto con sus hijos Will y Karl. En 1925 comenzaron un programa hospitalario como substituto al ambiente de custodia de los Asilos, que hasta la fecha solo satisfacían las necesidades básicas de los pacientes psiquiátricos. Para 1933 lograron la aprobación de un sistema de Residencia, pero no es hasta 1946 cuando con 46 Residentes se co-menzó un programa con un currículo formal según se conoce en la actualidad. Es allí, junto con los grandes centros de Boston, Nueva York, y Chicago que el formato de tra-tamiento adquiere un nivel moderno, incluyendo el Mental Status, el Case Study Outline, el Primer Diagnostic and Statistical Manual, las investigaciones con Clozaril, y por su-puesto el contexto de la relación del psiquiatra con el paciente psiquiátrico.

LA RELACION DE UN MÉDICO CON UN PACIENTE

El médico se relaciona con el paciente con cortesía, respeto, lealtad, y confidencialidad. El paciente ve en su médico un agente de ayuda, de compromiso, de salvación, y en muchos casos el paciente idealiza a su médico. Esta idealización ha perdido fuerza en tiempos recientes. De hecho, esta actitud es a veces peligrosa pues interfiere con el mejor juicio que una persona debe tener en el aquilatamiento de un profesional, que es un ser humano como cualquier otro, con sus debilidades, con su posible mal juicio. Es decir, el paciente debe mantener un aquilatamiento de su terapista basado en un juicio real, no idealizado. Debe haber cabida para la admiración y amistad.

La relación de ese paciente con otros médicos produce una conducta “ética” entre el médico/psiquiatra primario y otros médicos. Estos suelen comunicarse con el anterior con deferencia a esa relación primaria, y al comunicarnos con el terapista primario nos referimos al paciente con un “he visto a SU paciente”.

LA RELACION DE UN PACIENTE CON UNA ORGANIZACION

Cuando el médico es empleado de una clínica o de un hospital: En estos casos la rela-ción que acabamos de describir se complementa con un sentido de posesión que man-tiene la organización acerca de SUS pacientes. Ahora los criterios del médico deberán encajar en los parámetros que decida la institución.

La institución decide los parámetros de tiempo, horarios, honorarios, modalidades, fac-turación, y otras consideraciones. El expediente clínico pertenece a la institución, no al médico. Muchas de estas dimensiones aplican cuando el médico no es empleado de la institución pero funciona como un contratista independiente dentro del marco de la Fa-cultad Médica de esa institución.

Cuando el paciente ve al médico utilizando los “privilegios clínicos” de un plan de salud: Esta es otra situación triangular donde el “Plan” decide cuantas veces se puede ver ese paciente en el término de un año, cuantos serán los honorarios, y el “Plan” se reserva el derecho a inspeccionar el expediente.

Cuando el plan de salud es un HMO, bajo los criterios de un “Managed Care”: Ahora el palio bajo el cual el paciente se relaciona con el médico (el que decida la compañía) estará sujeto a las consideraciones económicas, y el diseño del tratamiento será
“costo-efectivo”, no necesariamente el mejor o el indicado. El plan determinará el acce-so, la frecuencia y la duración de las citas, modalidades disponibles, y el formulario de medicamentos “autorizados”. La consideración principalmente de estas operaciones es el pecunio, ya que se deben a la repartición de dividendos entre sus dueños cada tri-mestre. Si no hay ganancia para ellos cesan sus operaciones. Se lucran a base de de-negar los mejores tratamientos.

Por ejemplo, una colega psiquiatra denegó la admisión de un paciente suicida al Hospital porque “el plan tratamiento farmacológico no era supuestamente el óptimo. QUIPRO canceló esta denegación ya que la admisión estaba indicada PARA SALVAR LA VIDA DEL PACIENTE.

Se rumora que en algunos casos algunos médicos aceptan un “bono” por recetar medi-camentos genéricos exclusivamente. En esa corrupción tanto el plan como el “provee-dor” ( !!! ) son cómplices.

Otro ejemplo vivido por mí: Cuando solicité empleo en una de esas organizaciones, hace varios años, la “Directora Ejecutiva” de aquel “Plan” me dijo lo siguiente: “Le vamos a pagar $60.00 por hora. Le vamos a retener $10.00 y cada tres meses haremos una au-ditoria de su utilización de farmacia. Si el promedio de sus recetas es menor de $27.00 le devolveremos los $10.00 retenidos.” Mi contestación fue: “Acepto los $50.00 y man-tendré mi libertad de recetar lo que necesite el paciente”. Ahora soy $10.00 por hora más pobre de lo que pudiera haber sido de aceptar el ofrecimiento de aquella “ejecutiva” corrupta, pero mantengo mi dignidad y autoestima.

Cuando el paciente es un paciente forense, en evaluación o tratamiento: Los parámetros de confidencialidad de la intervención no aplican, pues se entiende que los informes provenientes de esos contactos serán compartidos con la entidad judicial que ordena la intervención.

Cuando la legislatura considera la promulgación/aprobación de leyes: En estos casos el resultado de esos procesos dependerá de la cantidad y calidad del asesoramiento que los legisladores decidan considerar.

También dependerá de la calidad humana de esos legisladores.

Buena suerte!

Monday, October 4, 2010

Florida Latinoamericana by Neftalí Olmo






La Cultura, la Medicina, y la Experiencia Personal de la Quimioterapia

Algunas experiencias vividas a través de una estadía prolongada en la nueva nación Latinoamericana

Octubre 2010

Por Neftalí Olmo Terrón MD DFAPA

Forzada mi presencia en “la Florida”, por motivo de un tratamiento especializado, he sido invitado a compartir mis experiencias con mis colegas a través de este medio, a lo cual accedo con placer.

Ya conocía el Estado, (explorado por nuestro primer gobernador, don Juan Ponce de León, cuyo nombre lleva una de las vías principales de Miami), gracias a mis visitas previas a todo lo largo del Estado, recorriendo toda la extensión de la autopista Interes-tatal 75. Tambien habia conocido el litoral del Golfo, hasta St Petersburg. Había sido impresionado por la limpieza, el orden, el respeto, y la cordura al conducir por las vías públicas en la mayor parte del Estado. Asimismo había tenido exposición al carácter multinacional de la cultura local y la presencia boricua, particularmente en el sur del Es-tado. Había extrañado, sin embargo, el calor humano de mi bella islita borincana.

Pero en esta ocasión he tenido la oportunidad de profundizar en mis observaciones, así como la experiencia de la prestación de servicios médicos desde un nuevo punto de vista… como paciente en el exterior.




LA CULTURA DEL SUR DE LA FLORIDA

Impresiona ver el número de “latinos” en esta area. Ciudadanos latinoamericanos, mayormente hispanoamericanos, cubanos en su mayoría, pero incluyendo además miles de prójimos boricuas, venezolanos, colombianos, centroamericanos, y de otras nacionalidades “latinas”. (Creo que el termino es correcto pues las naciones sure~as incluyen “portugueses” en Brazil y hasta cierto punto “italianos” en Argentina.)

Obviamente en las cercanías de Miami la presencia cubana es absoluta.
En otras poblaciones la mezcla es mas variada. Somos fácilmente reconocibles por el acento y por la pinta. Los encontramos en los Bancos, en las tiendas, en el restaurant, en los Hospitales... dondequiera. La cercanía espiritual es instantánea, obviamente mayor cuando me encuentro con un puertorriqueño. En la mayoría de los casos llevamos nuestra bandera en el auto. Rápidamente buscamos las comidas criollas y en Pembroke Pines encontramos a Borinqueya (mezcla con “Quisqueya”), y La Cocina Puertorriqueña, por mencionar solo dos ejemplos. Tambien encontramos GUARAPO!

Que hacen los hispanos aquí? Hacen de todo, desde trabajos básicos a banqueros y profesionales. En Cleveland Clinic Florida el jefe de cirugía colorectal es de Ponce.

La presencia de judios en esta cultura es notable. Originalmente caracterizada mayor-mente por neoyorquinos retirados en busca de un clima benigno, hoy en día su presencia es universal, en los negocios, en la banca, en las escuelas... Estas últimas honran los días feriados de los seguidores de esa fe/raza/extirpe. Contrario a mis experiencias anteriores en el “Midwest” veo con agrado el que mis hijos sean invitados a cumpleaños de amigos y compañeros judíos. Esto parece demostrar una mayor interaccion entre las diferentes culturas.

Las emisoras de radio difunden programación en ocasiones exclusivamente latina. Llama la atención, en su mayoria, dos renglones:

1. Los locutores, de todas las procedencias hispanas usualmente reflejan un dominio y un respeto notable por el castellano. Se nota un contraste con nuestro desdén habitual por el lenguaje. Ellos pronuncian correctamente, incluyendo la “s” al final de las palabras y poseen un vocabulario frecuentemente extenso y sofisticado. Creo que este es un problema muy importante. En otras publicaciones he destacado la importancia de aprender, desarrollar, y poseer un vocabulario solido y así poder educar mejor a nues-tros hijos, y como esto podria ser uno componente significativo en el mejoramiento del nivel de la salud mental de nuestro pueblo. El desarrollo de esa funcion es importante y fundamental para el desarrollo de ideas y conceptos complejos, para una mejor capaci-dad de abstracción, y para una mejor síntesis en la producción comunicativa. Facilita mayor precision en el sentido de, y la prueba de, la realidad. Como uno de los compo-nentes del potencial pronostico de nuestros pacientes se basa en parte en la calidad de los logros premorbidos (independientemente de la severidad del cuadro psiquiatrico), esta funcion esta tambien directamente relacionada con el futuro del tratamiento que le ofrecemos a nuestros pacientes (Ver Kernberg, The Menninger Foundation Psychothe-rapy Project).

2. La música es distinta en su variedad y calidad de las selecciones en las varias esta-ciones hispanas de la zona. Como ejemplo de muestra y comparacion, la estación bori-cua en la red del señor Alarcón es diferente en su Z93 de Puerto Rico versus su 92.3 en la Florida. Z93 es “Salsa”. 92.3 es “Clásica”, música de los 70 y 80 en español y en inglés. Los números de España y la República Dominicana son frecuentes. Y lo que más impresiona y desconcierta a un visitante boricua es oír versiones distintas de las originales a las cuales estamos acostumbrados por medio de El Gran Combo y otras agrupaciones con las cuales estamos familiarizados desde su origen. Es posible que así como ocurre en la isla, la selección de música está determinada por consideraciones de “royalties” y “copyright”.

LA MEDICINA

Estoy siendo evaluado y tratado en un centro médico en la cima de la medicina nor-teamericana. Así que no es justo comparar el nivel operacional de la misma con otras instituciones, no digamos de nuestras pequeñas practicas individuales.

En Cleveland Clinic Florida, por ejemplo y como dije anteriormente, el jefe de cirugía colorectal es de Ponce. Me vio un cardiólogo argentino, un internista cubano, una en-docrinóloga colombiana, un oftalmólogo anglosajón, y un oncólogo vietnamita! Vaya colección! Y todo esto dentro de unos departamentos con unos “endowments” formi-dables fundados por filántropos, frecuentemente judíos.


El mayor contraste es la total digitalización de los expedientes. En cada punto de con-tacto con el paciente hay no solo un terminal de computadora con acceso al expediente total y cumulativo del paciente, sino que además hay siempre un “scanner” pequeño capaz de digitalizar al instante los documentos en papel que se someten, y así pasan directa e inmediatamente al expediente digitalizado.

En cada estación de enfermería en el Hospital hay media docena de “stands” sobre ru-edas con una “laptop” que al conectarse con la corriente se incorpora al sistema direc-tamente o por “WiFi”.

Cada profesión tiene su código de acceso así como al dominio de distintas partes del expediente. De esa forma cada persona tiene una huella digital que lo identifica como autor individual con la identidad de proveedor que posea.

Demás está decir que este nivel de digitalización es extremadamente costoso. Mientras que la digitalización de un practicante individual pueda ser relativamente sencilla, la conversión de los hospitales a este sistema será por demás prohibitiva y costosísima. Por otro lado, la conveniencia y mejoramiento de la calidad de tratamiento son insusti-tuibles. Ese es el nivel aproximado al que operan los sistemas el Departamento de Asuntos del Veterano y las Fuerzas Armadas.

En un sistema de salud grande el paciente debe identificarse en cada interacción con el clínico, con fecha de nacimiento, por ejemplo, De tal manera se evita la confusión de pacientes. También se interroga al paciente para que confirme el propósito del contacto, por ejemplo: “De cual ojo le vamos a operar su catarata?” Entonces se hace una marca en el lado correspondiente de la frente.

Las citas son por hora y absolutamente puntuales. Hay excepciones que no duran más de 30 minutos, tras los cuales se instruye al paciente para que pregunte por qué no se ha llamado. Es mi opinión que tal sistema debería implantarse en Puerto Rico. El llenar la sala de espera con pacientes que deban esperar muchas horas no tiene justificacion. Si la razon es la no comparecencia del paciente a su cita, como tristemente es frecuente en la isla, entonces debe legislarse para que el paciente se reponsabilice por las ausencias, algo que prohiben muchas aseguradoras. Estas contribuyen al caos.

LA QUIMIOTERAPIA

Atravesamos nuestras vidas oyendo, pensando, presenciando la aplicación de
quimioterapia a pacientes con padecimientos específicos. Todos conocemos a alguien que ha recibido o está recibiendo esta modalidad terapéutica. Otra cosa es ser el objeto de esos tratamientos en nuestra propia persona y el impacto psicológico cuando somos los propios receptores de esa terapia.

LA EXPERIENCIA INDIVIDUAL

El efecto de esos tratamientos es por supuesto diferente para cada paciente. En mu-chos casos, por ejemplo se experimentan nauseas, anestesias, caída de pelo (total o parcial), diarrea, cambios en el turgor de la piel, anorexia, cansancio, mal sabor en la boca, impacto sobre la apariencia física, y otros efectos secundarios. A veces los mis-mos ocurren tardíamente. Recordemos que los agentes atacan cada célula en proceso de crecimiento y tienen un carácter toxico.

El mayor impacto es sobre las mujeres, pues el aspecto de su personalidad se refleja grandemente a través de la presencia y aspecto del pelo. Es una expresion de feminidad al punto que en ciertas esferas religiosas se exige el cubrir el cabello con una prenda de tela o con una mantilla para desenfatizar su naturaleza como objeto sexual.

El hombre, por el contrario, encuentra más fácil el perder o simplemente afeitar la can-tidad de pelo que pueda restar luego de los tratamientos. En mi caso particular, y asumo que no estoy solo en ese grupo, el impacto mayor de la pérdida parcial de pelo es el impacto en la Imagen Corpórea.

Todos crecemos acostumbrados a nuestro aspecto físico, según este cambia a través de los años. Somos de los pocos animales que nos reconocemos en el espejo. Nos cambia el tamaño de los zapatos, la correa, incluso a veces el tamaño de la gorra o el sombrero. Aceptamos con más o menos conformidad esos cambios, incluso cuando aparecen las arrugas y las canas. Pero en cada caso mantenemos una imagen corpórea específica, con carácter de continuidad, como si fuera nuestra huella digital corpórea. Otro cantar es cuando esa imagen cambia súbitamente, como sucede al perder el pelo de momento, como sucede cuando alguien pierde una extremidad, o cuando sucede algún cambio similar, pero en cada caso súbito.

La nueva reflexión en el espejo no concuerda con el engrama previo y representacion mental de nuestra imagen corpórea, a la cual estábamos tan acostumbrados. Esta nu-eva realidad equivale a un “culture shock”, como si nos trasplantaran a otra realidad.

Pienso que en mi caso particular me ha servido de ayuda el haber estado en un psi-coanálisis personal por espacio de cinco años, cinco veces a la semana, once meses del año. Eso me ayudó en ocasiones anteriores y al parecer me está ayudando ahora. Aun cuando la persona pueda experimentar momentos de debilidad, en virtud de mantener contacto con la realidad y evitar la negación, se protege uno de desarrollar una depresión. Solo se experimentan momentos fugaces de tristeza.

Siempre he tratado de ser franco, a veces en demasía. Quizás me he excedido en oca-siones al compartir abiertamente los detalles de mi estado nosológico. Un pariente me confesó, por ejemplo, que no debía ser tan abrupto y debería “dorar la píldora” un poco con una ligera capa de azúcar. Pero aunque uno crece y aprende a través de los años, también es cierto que uno debe perseverar con los rasgos de una personalidad inte-grada y consistente.

Al compartir mis experiencia espero contribuir a una mayor empatía con aquellos pa-cientes que padecen una condición que no hemos experimentado, ni se diga de ayudar a mejor conocer algunas de estas dimensiones cuando la condición nos toca a nuestra propia puerta. Con la esperanza de proveer esa ayuda es que me inspiro a compartir estas líneas.

Mis respetos a todos ustedes.

Sunday, October 3, 2010

wisdom from the past, Chaplin

http://www.youtube.com/watch?v=QcvjoWOwnn4&feature=fvw


Charlie Chaplin can make you laugh ....and can make us think like in this video.

From http://www.youtube.com

Como se diagnostica una depresion mayor

Los siguientes son los criterios de un episodio de depresion mayor segun la cuarta edicion del Manual de Estadistico y diagnostico de la Asociacion Psiquiatrica Americana Cualquier persona los puede leer en la internet. Esta lista de sintomas esta tomada de http://www.behavenet.com


Luego de leerlo, conteste la siguiente pregunta.

Si una persona niega que use o abuse alcohol y drogas (criterio D) y esta deprimida, puede esa persona todavia tener un episodio de depresion mayor? La pregunta es importante en una sociedad donde muchas personas abusan del alcohol y de drogas.


Criteria for Major Depressive Episode

A. Five (or more) of the following symptoms have been present during the same 2-week period and represent a change from previous functioning; at least one of the symptoms is either
(1) depressed mood or
(2) loss of interest or pleasure.
Note: Do not include symptoms that are clearly due to a general medical condition, or mood-incongruent delusions or hallucinations.

(1) depressed mood most of the day, nearly every day, as indicated by either subjective report (e.g., feels sad or empty) or observation made by others (e.g., appears tearful). Note: In children and adolescents, can be irritable mood.
(2) markedly diminished interest or pleasure in all, or almost all, activities most of the day, nearly every day (as indicated by either subjective account or observation made by others)
(3) significant weight loss when not dieting or weight gain (e.g., a change of more than 5% of body weight in a month), or decrease or increase in appetite nearly every day. Note: In children, consider failure to make expected weight gains.
(4) Insomnia or Hypersomnia nearly every day
(5) psychomotor agitation or retardation nearly every day (observable by others, not merely subjective feelings of restlessness or being slowed down)
(6) fatigue or loss of energy nearly every day
(7) feelings of worthlessness or excessive or inappropriate guilt (which may be delusional) nearly every day (not merely self-reproach or guilt about being sick)
(8) diminished ability to think or concentrate, or indecisiveness, nearly every day (either by subjective account or as observed by others)
(9) recurrent thoughts of death (not just fear of dying), recurrent suicidal ideation without a specific plan, or a suicide attempt or a specific plan for committing suicide

B. The symptoms do not meet criteria for a Mixed Episode.

C. The symptoms cause clinically significant distress or impairment in social, occupational, or other important areas of functioning.

D. The symptoms are not due to the direct physiological effects of a substance (e.g., a drug of abuse, a medication) or a general medical condition (e.g., hypothyroidism).

E. The symptoms are not better accounted for by Bereavement, i.e., after the loss of a loved one, the symptoms persist for longer than 2 months or are characterized by marked functional impairment, morbid preoccupation with worthlessness, suicidal ideation, psychotic symptoms, or psychomotor retardation.